En una marcha organizada el viernes en Chilpancingo, capital del estado de Guerrero (sur de México), los manifestantes solicitaron al gobernador de dicho estado, Héctor Astudillo Flores, un alto a la represión en contra de su movimiento por la presentación de los desaparecidos y el cumplimiento de las promesas de apoyo en su búsqueda.
Ya basta de tanta represión, no necesitamos que haya tantos policías estatales, federales y militares, necesitamos resolver el paradero de los 43 jóvenes desaparecidos y que al magisterio se le resuelvan sus demandas, si es así, no necesitaríamos andar en marchas, mítines y plantones, porque nuestro lugar es estar en el aula de clase con nuestros alumnos, pero si no hay repuesta, continuaremos con nuestra protesta”, recalcó el presidente de la Coordinadora Estatal de la Educación en Guerrero (Ceteg), Ramos Reyes Guerrero
Congregados ante el palacio de gobierno, después de haber marchado sobre la carretera federal Chilpancingo-Tixtla, también denunciaban las agresiones que sufrieron el pasado miércoles los estudiantes de Ayotzinapa por parte de las fuerzas de seguridad mexicanas.

En el acto, los dirigentes estudiantiles y el presidente de la Coordinadora Estatal de la Educación en Guerrero (Ceteg), Ramos Reyes Guerrero, se pronunciaron en contra de la reciente represión policial que sufrieron los estudiantes y exigieron “respeto a la lucha por la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos”.
“Son alumnos provenientes de familias pobres que solo buscan el apoyo en diferentes aspectos y recibirlos de esa forma, pues es repudiable esa actitud de los policías estatales y federales”, afirmó Reyes Guerrero.
Son alumnos provenientes de familias pobres que solo buscan el apoyo en diferentes aspectos y recibirlos de esa forma, pues es repudiable esa actitud de los policías estatales y federales”, afirmó Reyes Guerrero
También urgió al gobernador de Guerrero a detener el derramamiento de sangre y respetar la vida para que no haya más “Aguas Blancas”, “El Charco” y otro “igualazo”, e hizo un llamado al Gobierno mexicano a sentarse a dialogar, “pero con respeto para sacar cosas positivas y exigir al gobierno federal recursos que se necesitan para apoyar diversos proyectos educativos y productivos”.
“Ya basta de tanta represión, no necesitamos que haya tantos policías estatales, federales y militares, necesitamos resolver el paradero de los 43 jóvenes desaparecidos y que al magisterio se le resuelvan sus demandas, si es así, no necesitaríamos andar en marchas, mítines y plantones, porque nuestro lugar es estar en el aula de clase con nuestros alumnos, pero si no hay repuesta, continuaremos con nuestra protesta”, recalcó.
El pasado miércoles, al menos 30 jóvenes desaparecieron, 20 resultaron heridos y más de 10 fueron detenidos como resultado de tres choques entre estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa y policías en el estado de Guerrero.
Los choques tuvieron lugar en la carretera federal de Chilpancingo a Tixtla, en Guerrero, cuando los agentes intentaron retener a al menos cuatro autobuses en los que viajaban los estudiantes.
Al día siguiente, los estudiantes denunciaron el uso excesivo de la fuerza y la violación de los derechos humanos por la Policía durante sus “ataques” a los escolares: “No fue por enfrentamiento, fue por ataque (…) Esta se debería aplicar contra la delincuencia organizada y es menos agresiva y tolerante”, afirmaron los normalistas.
Estos casos recientes de abuso policial se producen en paralelo a lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de policías locales atacó a 43 alumnos en Iguala y los entregó al cártel criminal Guerreros Unidos.
Un año después de la desaparición de los estudiantes, los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no han podido determinar qué pasó con los jóvenes.
El caso de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa ha suscitado multitudinarias marchas de protestas en México y ha expuesto al Gobierno del presidente del país norteamericano, Enrique Peña Nieto, a duras críticas nacionales e internacionales por la falta de justicia en lo ocurrido.
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