Los indígenas marcharon hacia La Paz, capital boliviana, para expresar su apoyo incondicional al dimisionario mandatario boliviano, Evo Morales, quien renunció el domingo bajo presiones militares y violentas manifestaciones opositoras.
Los indignados rechazaron el golpe fascista de la oposición, que, según ellos, está orquestada por EE.UU. Consideraron a Morales como el único legítimo presidente constitucional del país e indicaron que no permitirán a los golpistas que tomen el control del gobierno con sus actos vandálicos.
El expresidente de Bolivia Evo Morales llegó la mañana del martes a México tras aceptar el asilo político que le ofreció el Gobierno mexicano.






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