Wilkinson reveló el lunes que unos 200 mil millones de euros habían fluido por las cuentas de dicha institución financiera de 2007 a 2015.
“Entonces, si estamos hablando de estos miles de millones de dólares, supongo que 150 mil millones (de euros) pasaron por un gran banco europeo y EE.UU.”, afirmó Wilkinson sin revelar los nombres de los bancos.
No obstante, fuentes cuyas identidades no se revelaron aseguraron a la agencia británica de noticias Reuters que los bancos en cuestión son el alemán Deutsche Bank y los estadounidenses J.P. Morgan y Bank of America.
Actualmente, en Dinamarca, Estonia, el Reino Unido y Estados Unidos han puesto en marcha investigaciones, pero Wilkinson muestra escepticismo ante los resultados de estas pesquisas.
“Ahora estamos aquí, al final de 2018, hablando de dinero sucio de 2007 a 2015. No importa qué tan talentosos sean los fiscales a nivel mundial, no hay ninguna posibilidad en el mundo de que alguna parte de ese dinero sea rastreada y que cualquier delincuente pierda un solo centavo”, advierte Wilkinson.
Danske Bank aceptó que sus controles de lavado de dinero en Estonia eran insuficientes, y por lo tanto, el director general y el presidente del banco presentaron sus renuncias en septiembre poco después de las revelaciones de Wilkinson.
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