Según estos datos, entre el 1 de enero y el 28 de marzo del año en curso, 517 migrantes o refugiados murieron o desaparecieron en el Mediterráneo. Organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras (MSF) denuncian la falta de atención y colaboración de la Unión Europea (UE) ante este problema humanitario.
359 de los 517 muertos perdieron la vida rumbo a las costas italianas, de ahí la fatalidad de esta ausencia de cooperación. El balance, actualizado hasta el 6 de abril y elaborado a partir de estimaciones propias, datos nacionales y publicaciones en medios, cifra en 800 el número de migrantes muertos a nivel mundial.
Entidades defensoras de los derechos humanos denuncian la falta de voluntad por parte de la comunidad internacional para ayudar a decenas de miles de refugiados varados en el este europeo, a los musulmanes rohingyas atrapados en Bangladés, a los centroamericanos y suramericanos detenidos en Estados Unidos y a los que llegan en pateras a Europa en busca de una mejor vida, huyendo de la violencia, conflictos y el hambre en sus lugares de origen.
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