Tras dos investiduras fallidas condicionadas por decisiones judiciales, Sánchez ha renunciado de manera oficial a su candidatura. Así lo ha anunciado el presidente del Parlamento, Roger Torrent, quien ha achacado esta decisión a la vulneración flagrante de derechos básicos en el Estado español.
Tras el anuncio, el revuelo mediático se ha focalizado en quien debería ser el nuevo presidente catalán. Jordi Turull, pero, no cuenta aún con la mayoría suficiente por la abstención de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y ve amenazada su condición de diputado por una posible inhabilitación o un regreso a prisión si lo decreta el juez los próximos días. Ante esto, Torrent ha defendido la soberanía del Parlamento y los derechos de los diputados.
La oposición unionista, por su parte, ha criticado a Turull como presidenciable por su situación de libertad condicional y también se ha referido a su pasado dentro de un partido salpicado por corrupción.
En la misma línea que su partido, el Gobierno de España ya ha avanzado que tolerará la investidura de Turull en caso de producirse, pero también ha considerado que sería un presidente con una espada de Damocles por su situación de libertad provisional, acusado por rebelión y sedición. En este sentido, ha preferido un candidato sin causas judiciales abiertas y ha avisado en que estará muy vigilante a las decisiones que pueda tomar.
Oriol Puig, Barcelona.
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