Tras un triple empate a 175 síes y noes en la votación en el Pleno del Congreso, el Gobierno español ha conseguido que se rechacen las enmiendas a la totalidad presentadas.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defendió que su proyecto de Presupuestos es el que necesita el país para "mantener el rumbo" y evitar "bandazos" que frenarían el ritmo de crecimiento económico y la creación de empleo, y dijo que buena parte del rechazo a este proyecto de ley se debe a cuestiones políticas.
Para que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado sea aprobado de forma definitiva, el Gobierno debe recabar todavía el apoyo de, al menos, un diputado más para sumar 176, es decir, la mayoría absoluta. Ahora, todo depende del voto del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, para decidir si el presupuesto sale finalmente adelante o si es rechazado en el Congreso.
El voto de Quevedo es decisivo para deshacer el empate entre el bloque del gobernante Partido Popular (PP), Ciudadanos, Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria, que ha votado a favor, y el de la izquierda y los independentistas, que ha votado en contra, y ambas partes buscan negociarle para atraer su luz verde.
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