Si los occidentales no respetan el contenido de un posible acuerdo definitivo con Irán, “hablan de una forma en los diálogos, mientras actúan de otra forma, Irán volverá a enriquecer uranio a nivel del pasado (al 20 por ciento)”, dijo el lunes el legislador persa.
Si los occidentales no respetan el contenido de un posible acuerdo definitivo con Irán, “hablan de una forma en los diálogos, mientras actúan de otra forma, Irán volverá a enriquecer uranio a nivel del pasado (al 20 por ciento)”, dijo el lunes el legislador persa.
De acuerdo con Lariyani, la parte occidental se vio obligada a reconocer el derecho de Irán a enriquecer uranio en su propio territorio, luego de que no lograra poner de rodillas a Teherán con sus presiones y sanciones.
La decisión de dejar de enriquecer uranio al 20 por ciento fue tomada voluntariamente por las autoridades persas, ya que el país no necesita el uranio enriquecido con este nivel de pureza, sostuvo el parlamentario, asegurando que si el Occidente exige demandas excesivas, Teherán regresará a su camino del pasado.
En estos momentos Irán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) están reunidos en la ciudad estadounidense de Nueva York (noreste) donde trabajan sobre la redacción del texto final del pacto nuclear para dar fin a la larga y controvertida disputa nuclear iraní antes de la fecha limita establecida, es decir, el 30 de junio.

ٍٍEl pasado 2 de abril, Irán y el Sexteto llegaron a un entendimiento mutuo sobre el programa de energía nuclear de la República Islámica de Irán, tras ocho días de maratonianas conversaciones en la ciudad suiza de Lausana.
Según este entendimiento mutuo entre las partes, se deben levantar todas las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), de EE. UU. y de la Unión Europea (UE) contra Irán, a cambio de una serie de restricciones voluntarias aceptadas por el país persa en sus actividades nucleares.
Nada más iniciarse las conversaciones nucleares Irán-G5+1, el régimen israelí y sus aliados las han criticado pues consideran que un eventual acuerdo nuclear podría reducir las tensiones entre Washington y Teherán; lo que va en contra de sus intereses económicos y políticos en la región.
En los últimos meses, tanto el régimen israelí como algunos congresistas estadounidenses, quienes dan prioridad a los intereses del régimen de Tel Aviv sobre los de EE. UU., han arremetido abiertamente contra las conversaciones nucleares.
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