El Reino Unido está exportando componentes de vehículos aéreos no tripulados (drones) por valor de cientos de millones de libras esterlinas a diversos países, entre ellos Arabia Saudí, EAU, Corea del Sur y Marruecos, señala un artículo publicado este domingo en el diario The Independent.
A continuación, el diario concluye que estas ventas, para satisfacer la creciente demanda de drones letales, tienen como objetivo recuperar el terreno perdido en su carrera armamentística a nivel mundial.
Cifras registradas por el Gobierno británico indican que en los últimos cinco años fueron emitidos permisos de exportación de partes para aviones no tripulados por un valor de más de 250 millones de libras y con destinos a puntos más peligrosos del mundo, como Medio Oriente y la península coreana, reza el texto.
De igual manera, el artículo apostilla que los componentes para drones incluyen vejigas de combustible a prueba de balas y sistemas de mando y control.
Mientras el Ejército británico en el campo de la tecnología de drones para sus propias operaciones se basa en la del régimen de Israel y EE.UU., los productores de armas en el Reino Unido están suministrando componentes en silencio a fin de mantener las flotas de aviones no tripulados de cerca de 50 otras naciones.
En este sentido, la organización humanitaria internacional Oxfam denunció el viernes la venta de armas del Reino Unido al régimen saudí, que las usa en la ofensiva militar contra Yemen.

Además, un informe publicado por los Comités de Controles de Exportación de Armas de la Cámara de los Comunes (CAEC, por sus siglas en inglés) en el mes de marzo reveló que el Gobierno británico concedió licencias de venta de armas por un valor de 5 mil millones de libras a un gran número de países violadores de los derechos humanos.
Por su parte, la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, en inglés), mediante un comunicado publicado en abril, afirmó que Londres ha vendido numerosos cazas bombarderos a Riad y aseguró que existen suficientes documentos que confirman la participación de estos aviones en las ofensivas perpetradas contra el pueblo yemení.
El 26 de marzo, Arabia Saudí emprendió una campaña militar contra Yemen sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al fugitivo expresidente Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
Según estima las Naciones Unidas, más de 2100 civiles han perdido la vida desde el inicio de los ataques saudíes contra Yemen.
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