La revelación surge de un libro, una biografía del actual primer ministro conservador David Cameron, firmada por Anthony Seldon, el cual amenaza con desencadenar una nueva tormenta política sobre Blair, según el diario londinense The Times.
Según el libro, Blair telefoneó a Downing Street (residencia del primer ministro, David Cameron) en 2011 durante la campaña militar en Libia para avisar de que se había puesto en contacto con una “persona muy cercana a Gadafi” que quería “hacer un trato”.
Sin embargo, el expremier británico decidió hacer caso omiso para evitar “hacer cualquier cosa que pueda ser vista como una ayuda al líder libio”.
Esa revelación provocó la furia de Daniel Kawczynski, un miembro del Partido Conservador en el seno de la Comisión de Exteriores de la Cámara de los Comunes (que investiga la intervención militar en Libia), y calificó de “irresponsable” y “sórdido” el intento atribuido a Blair.
Por otra parte, Nadhim Zahawi, otro miembro de la comisión, declaró que Blair “creyó que era importante comunicar lo ocurrido. Si esto es cierto, entonces necesitamos entender bien lo que ha pasado”, aseveró.
Ante estas nuevas revelaciones, Zahawi pidió que se presionara a Blair para que “venga al hemiciclo y declare como parte de la investigación”.
Esto se produce mientras que Blair está bajo críticas de varios funcionarios británicos como el candidato a liderar el Partido Laborista (PL) británico Jeremy Corbyn, por haber estado implicado en la invasión de Irak en 2003.

Corbyn, al que todas las encuestas lo sitúan como favorito para liderar el Partido Laborista tras el descalabro electoral de mayo, defiende que el expremier Blair sea llevado a los tribunales por su responsabilidad en la guerra contra Irak.
El diputado laborista es el único candidato a liderar el partido que se opuso en 2003, en el Parlamento británico, a la guerra, y que no ocupó ningún cargo durante la época del “nuevo laborismo” impulsado por Blair.
haj/rha/mrk
