Bajo el lema “el racismo es un virus”, los indignados se han congregado frente a la embajada de EE.UU. en Londres para condenar la brutalidad policial y el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en la ciudad de Mineápolis, en el norteño estado estadounidense de Minesota.
Además, los británicos se dieron cita el sábado en el centro de Londres y otras ciudades del Reino Unido, asambleas en las que se corearon consignas como “¿cuántos más?”, en alusión a la larga lista de negros que han sido asesinados por la Policía en EE.UU.
“Quita la rodilla del cuello”, gritaron los manifestantes, denunciando la brutalidad que condujo al asesinato de Floyd, al que un agente policial inmovilizó, presionándole el cuello con una de sus rodillas durante 10 minutos, provocando que se asfixiara.
En EE.UU., se siguen también realizando multitudinarias marchas en diferentes ciudades del país, a las que se han sumado muestras similares en muchas naciones a lo largo y ancho del mundo, contra el racismo y la violencia policial contra las minorías.
fmk/anz/nsr/hnb