• Aumentan las presiones sobre Johnson para evitar un “brexit duro”
Publicada: viernes, 26 de julio de 2019 16:10
Actualizada: viernes, 26 de julio de 2019 17:42

Mientras el nuevo primer ministro británico insiste en sacar al país de la Unión Europea (UE), a fines de octubre, el pesimismo sobrevuela la UE.

Y aumentan las presiones sobre Boris Johnson para evitar el temido abrupto divorcio.

Una vez nombrado primer ministro británico, Boris Johnson se enfrenta a uno de los retos más grandes de la historia reciente del Reino Unido, el Brexit. A diferencia de su antecesora, Theresa May, a Johnson no le tiembla la voz al hablar de la posibilidad de que el país abandone la UE sin un acuerdo, lo que llama Brexit duro. Pero no todos confían en él y son optimistas. Hasta le acusan de llevar intencionadamente al Reino Unido a un enfrentamiento con la UE.

Y por si fuera poco, ayer, en una conversación telefónica, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, reiteró a Johnson la posición del bloque comunitario de que el acuerdo de retirada es el mejor y único posible, en consonancia con las directrices del Consejo Europeo.

Francia, a su vez, tiende la mano hacia Johnson, le pide crear una relación de trabajo con sus socios europeos, y le advierte sobre sus posturas provocativas sobre el Brexit.

En su primer discurso como primer ministro británico, Johnson fijó un plazo de 99 días para llegar a un acuerdo con Bruselas, y reiteró que la salida del bloque se producirá el 31 de octubre “con o sin acuerdo, como sea”. Sostuvo que abandonará el acuerdo de May y buscará uno nuevo antes del 31 de octubre.

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