Los otros seis cargueros ingresaron paulatinamente en los últimos diez días al territorio libanés; precisamente a Beirut (capital libanesa) destinados al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), que los distribuye como ayuda para aliviar la escasez de combustible en el país árabe, sumido en una grave crisis económica que ha derivado en un alza de los precios de la gasolina.
El envío de combustible a El Líbano por Irán se concreta, a pesar de las advertencias de EE.UU. y el régimen de Israel, lo que, según expertos, rompe con la hegemonía de Washington.
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