• Incendios causados por la potente explosión en el puerto de Beirut, capital libanesa, 4 de agosto de 2020. (Foto: Reuters)
Publicada: viernes, 7 de agosto de 2020 23:14
Actualizada: sábado, 8 de agosto de 2020 0:28

La Fiscalía libanesa ordena la detención del director de Aduanas y del director general del puerto de Beirut por la enorme explosión en la capital del país árabe.

Según informan este viernes los medios locales, el director general de Aduanas, Badri Daher, el presidente del puerto de Beirut, Hasan Quraitem, así como el ex director general de Aduanas, Shafiq Merhi han sido detenidos en el marco de las investigaciones sobre las causas de la gigantesca explosión que sacudió el martes la capital libanesa.

Estas autoridades se suman a otros 16 funcionarios del Consejo de Administración del puerto y el Departamento Aduanero de Beirut que fueron detenidos ayer jueves, mientras el Gobierno continúa las indagaciones para esclarecer lo sucedido.

El presidente de El Líbano, Michel Aoun, ha avisado esta misma jornada que las pesquisas de rigor siguen en marcha y ha barajado la posibilidad del impacto de un cohete o una bomba como causa de la citada deflagración.

La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) ha anunciado el envío de un grupo de peritos a Beirut, “por solicitud de las autoridades libanesas”, para apoyar las investigaciones.

 

“La experiencia de la Interpol en casos de este tipo puede ayudar de manera significativa a las autoridades nacionales, y proveeremos cualquier tipo de ayuda que solicite El Líbano”, ha comunicado el secretario general de la organización, Jürgen Stock.

De momento, se desconoce las causas que provocaron los hechos, pero indicios preliminares, ofrecidos por las autoridades libanesas, señalan que el origen de la enorme explosión se debe a los miles de toneladas de nitrato de amonio que fueron almacenadas en una bodega del puerto de la capital desde 2014.

Distintos expertos internacionales resaltan que la explosión—que ha dejado al menos 157 muertos, unos 5000 heridos y 300 000 desplazados— podría ser un plan de Estados Unidos e Israel para devastar el país árabe.

De hecho, Washington y el régimen de Tel Aviv serían los mayores beneficiados con la tragedia de Beirut, dado su fracaso en desestabilizar El Líbano. Además, el incidente supone una oportunidad para Israel de salir ileso de “la venganza” que esperaba por parte del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), tras el asesinato de uno de sus combatientes durante un ataque aéreo en Siria.

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