En una entrevista publicada el martes por el periódico libanés Al-Akhbar, Nasrolá aseguró que el régimen saudí le había ofrecido a Damasco cesar el apoyo a los terroristas, además de otorgarle miles de millones de dólares para la reconstrucción del país, si el Gobierno sirio cortase todos los lazos con Irán.
Según las declaraciones del líder de la resistencia libanesa, la propuesta se hizo en dos ocasiones diferentes en reuniones entre altos cargos sirios y saudíes, no obstante, fue rechazada por el presidente de Siria, Bashar al-Asad.
Nasrolá también resaltó que el objetivo de la guerra en Siria, financiada por Riad y sus aliados, fue enfrentarse a la resistencia antiisraelí, ya que las victorias de Hezbolá representaban una amenaza para la agenda estadounidense en el Oriente Medio.
Al detener al primer ministro libanés (Saad Hariri) y forzarlo a renunciar, los saudíes tenían la intención de disolver el Gobierno libanés y abrir un nuevo frente de batalla contra Hezbolá”, indica el líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasrolá.
En otra parte de sus declaraciones, el secretario general de Hezbolá acusó a Arabia Saudí y Estados Unidos de utilizar medios “sucios” para interferir en las elecciones generales de El Líbano, previstas para el 6 de mayo, para así debilitar a la resistencia libanesa.
La injerencia saudí en los asuntos libaneses quedó claramente ilustrada el pasado mes de noviembre cuando el primer ministro libanés, Saad Hariri, fue secuestrado en Riad (capital saudí) y obligado a renunciar en una intervención en la televisión saudí.
“Al detener al primer ministro libanés y forzarlo a renunciar, los saudíes tenían la intención de disolver el Gobierno libanés y abrir un nuevo frente de batalla contra Hezbolá”, agregó Nasrolá.
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