Los manifestantes han dirigido su atención a Capital One, uno de los diez bancos más grandes de EE. UU., que opera cinco “cafés” en Boston, debido a su participación en un consorcio de seis entidades financieras que prestaron $545 millones de dólares a la militar empresa israelí Elbit Systems.
Los “cafés” están diseñados para atraer a consumidores jóvenes mediante una combinación de espacios de cafetería, beneficios para clientes y servicios bancarios.
Cada fin de semana durante las últimas tres semanas, los manifestantes han golpeado cacerolas frente al café de Capital One en Harvard Square, Cambridge, estado estadounidense de Massachusetts.
Los piqueteros son liderados por el grupo Boicot, Desiversión y Sanciones (BDS) de Boston, un grupo local propalestino que ha estado realizando campañas contra Elbit Systems durante años.
Según un miembro de BDS Boston que pidió que no se revelara su nombre, los piqueteros “tienen un enfoque muy fuerte en la interrupción”.
“Nuestros piquetes son extremadamente ruidosos, y hacemos todo lo posible por estar frente a los clientes y los trabajadores para que no puedan ignorarnos, ni visualmente ni en cuanto a sonidos, de manera que el café se vuelva efectivamente inhabitable para cualquier persona normal”, continuó.
Elbit Systems se ha convertido en un objetivo frecuente de los activistas propalestinos debido a que provee aproximadamente el 85 % de los drones y equipos militares terrestres de Israel.
En tal sentido, en agosto de 2024, Elbit abandonó su centro de innovación en Cambridge después de más de un año de campañas por parte de activistas propalestinos.
También, en abril de 2025, el programa de vínculos industriales del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) cortó lazos con Elbit Systems tras siete meses de campaña por parte de BDS Boston.
A principios de este mes, un informe de Francesca Albanese, la relatora especial de la ONU para Palestina, afirmó que “para empresas israelíes como Elbit Systems… el genocidio en curso ha sido una empresa rentable”.
Ante tal coyuntura, los activistas esperan que Capital One siga los pasos del gigante bancario británico HSBC, que se deshizo de sus inversiones en Elbit Systems en 2018 tras una campaña sostenida de activistas propalestinos.
Varios países, así como numerosos grupos internacionales de derechos humanos y expertos, afirman que la guerra de Israel en Gaza califica como genocidio.
Además, los analistas dicen que los crecientes ataques genocidas en Gaza están dando a los fabricantes de armas israelíes la oportunidad de probar y desarrollar sus últimos inventos mortales.
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