Las propuestas hechas por Donald Trump, en materia de visado de trabajo, consiste en aumentar los salarios que deben percibir los trabajadores extranjeros que son recluidos por sus empleadores, y es aquí donde podría hacer menos atractiva la contratación de mano de obra extranjera, según aparece el martes en el medio digital Wall Street Journal.
A su vez, pone en manifiesto su deseo de que las ofertas de empleo se ofrezcan primero a los estadounidenses desempleados antes de que puedan ser completados por extranjeros.
Trump sobre este asunto, publicó el martes en su Twitter para calmar los animos: "Quiero que la gente con talento venga a este país a trabajar duro y convertirse en ciudadanos. Silicon Valley necesita ingenieros, etc."
Es aquí donde choca con el presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, que al igual que otros altos directivos de compañías de alta tecnología como Microsoft, se quejan a menudo que carecen de personas con talento calificado, y dicen que necesitan más visas para obtener el mejor y más brillante empleado desde el extranjero.
Por su parte, otros expertos critican que algunas empresas utilizan a los portadores de visas H-1B como mano de obra barata, abusando del sistema migratorio.
El precandidato republicano en su afán de obtener mas rédito electoralista atacó a uno de sus rivales de las mismas filas de su partido: "El senador personal de Mark Zuckerberg, Marco Rubio, tiene un proyecto de ley para triplicar H-1B que diezmará a las mujeres y las minorías."
Debido a que el senador Rubio ya había reculado respecto a su propuesta de ley de aumentar el número de visas, por las críticas recibidas de otros colegas republicanos, estas declaraciones de Trump, pueden interpretarse como un nuevo frente abierto de este magnate contra los empresas de Silicon Valley.
Obtener visas de trabajo para los candidatos extranjeros es un proceso engorroso y complicado, donde las empresas tienen que contratar abogados para rellenar las solicitudes, pagar las tasas de presentación, y aun así no hay garantía de que estos consigan uno de los visados expedidos cada año.
El precandidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, para obtener rédito electoralista y así estar por delante de sus rivales republicanos en las encuestas nacionales, no ha dudado en criminalizar a la comunidad mexicana que se encuentra en EE.UU, al referirse a los inmigrantes indocumentados como violadores sexuales o traficantes de drogas.
De esta forma lidera las encuestas en intención de voto y con estas últimas declaraciones, ha conseguido que ningún otro aspirante republicano le haga sombra, en ámbito nacional.
En recientes fechas, el empresario y millonario de descendencia de inmigrantes alemanes y escoceses, (abuelos paternos), puso en manifestó, que si llegase a ganar las elecciones presidenciales, deportaría a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que permanecen en EE.UU., más precisamente a los originarios de México.
Tras estos comentarios, le llamaron “racista”, “bandido” e “hipócrita”, y el candidato en vez de pedir perdón, puso más leña al asunto prometiendo que pondrá fin a los tratos comerciales con este país en caso de ser elegido mandatario.
Lo más curioso del caso es que en las empresas de este magnate, Trump Organization y Trump Entertainment Resorts, cuya presidencia le compete, se usan mano de obra extranjera, en especial mexicana.
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