Según informó el viernes la agencia británica de noticias Reuters, la rápida expansión de la nueva variante hace que los sistemas hospitalarios en casi la mitad de los estados de EE. UU., incluidos Maryland, Virginia y Ohio, haya retrasado las cirugías.
Conforme a las informaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la mayoría de áreas donde los hospitales están suspendiendo las cirugías han experimentado un pico o un aumento en las tasas diarias de hospitalización por la COVID-19 durante diciembre o enero.
Tal suspensión puede crear una acumulación de casos, causar pérdidas millonarias para los hospitales y, en algunos casos, generar enfermedades graves o la muerte de muchas personas.
Además, varios administradores estadounidenses han informado de la escasez de personal médico, pues ellos mismos están infectados o expuestos al virus.
El director de políticas de la Asociación de Hospitales de EE.UU. ha dicho que muchos hospitales solo suspenden procedimientos específicos y por períodos cortos.
“Los hospitales han aprendido de esa experiencia a identificar aquellos procedimientos que realmente deben realizarse lo más rápido posible y eso les permite ser un poco más matizados y cómo podrían implementar aplazamientos o retrasos”, ha señalado Demehin.
Desde el inicio de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, EE.UU. fue el más asolado por la enfermedad. Las últimas cifras del país norteamericano indican un total 60 464 426 casos confirmados y 858 346 personas muertas por el virus, tal y como recoge el portal de estadísticas mundiales Worldometers.
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