Al-Asad sostuvo el martes una reunión con el ministro emiratí de Asuntos Exteriores en Damasco (capital de Siria), donde las partes abordaron las relaciones bilaterales, además de subrayar la necesidad de redoblar esfuerzos para abrir horizontes de cooperación, lo que muestra la aceptación de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de la victoria de Damasco en la lucha contra el terrorismo.
Desde EE.UU., el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, criticó el mismo martes al máximo diplomático de su aliado emiratí por reunirse con Al-Asad, cuyo país desde marzo de 2011 vive un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales apoyadas por sus aliados se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas, que reciben apoyo de ciertos Estados occidentales, entre ellos el propio Washington.
“Estamos preocupados por los informes de esta reunión y la señal que envía. Esta Administración no expresará ningún apoyo a los esfuerzos por normalizar o restaurar a Bashar al-Asad”, dijo Price.
En declaraciones a la prensa, Price también consideró al mandatario sirio como “un dictador brutal”; eso mientras Al-Asad gobierna el país árabe por el voto directo de los propios sirios, quienes en distintas ocasiones han expresado su apoyo al Gobierno de Damasco y la lucha antiterrorista.
El diplomático estadounidense se negó a declarar si Washington había transmitido sus preocupaciones a los EAU, pero dijo que EE.UU. “no estaba sorprendido”, lo que indicó que pudo haber habido una discusión previa.
En el encuentro en Damasco, Al Nahyan reiteró que EAU está al lado del pueblo sirio y dijo que lo ocurrido a esta nación ha afectado a todos los países árabes. Asimismo, expresó su confianza en que Siria, bajo el liderazgo de Al-Asad y los esfuerzos de su pueblo, podrá superar los problemas causados por la guerra.
ftn/fmk/mrg