En 1962, el Gobierno de EE.UU. empezó un embargo económico integral sobre Cuba. Posteriormente, la Administración del expresidente norteamericano Barack Obama arrancó una normalización de las relaciones con La Habana; aunque su sucesor republicano Donald Trump, desde su llegada al poder en 2017, endureció las sanciones contra la isla con el propósito de asfixiar la economía, las finanzas y el comercio del país centroamericano.
La postura de Trump respecto a Cuba fue criticada en gran medida por Joe Biden, el ya presidente electo de EE.UU., quien durante su campaña denunciaba las “políticas fallidas” de Trump y aseguró que levantaría las restricciones de viaje a la isla.
Sin embargo, John Kavulich, director del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, señaló, en una reciente elaboración, que no se espera mucho cambio de actitud respecto a Cuba bajo el mandato de Biden.
“Habrá mucha decepción por parte de quienes apoyaron al presidente electo Biden”, dijo Kavulich, citado el viernes por la cadena estadounidense KCNC-TV.
De hecho, opinó Kavulich, Biden no buscaría un acercamiento entre Cuba y Venezuela, países que, a su juicio, “fueron conectados brillantemente” durante la Presidencia de Trump.
A este respecto, el especialista explicó que “para la (futura) Administración Biden, cualquier cosa que haga que parezca darle a Cuba, será visto como una recompensa por el apoyo de Cuba a Venezuela”. “No querrá ir allí”, agregó.
Asimismo, vaticinó que el senador republicano Marco Rubio, conocido por su postura anticubana y antivenezolana, sería el jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.
En primera reacción del Gobierno cubano a la victoria de Biden, el presidente Miguel Díaz-Canel, aunque no felicitó al demócrata, reconoció que, “en sus elecciones presidenciales, el pueblo de EE.UU. optó por un nuevo rumbo”.
Díaz-Canel, asimismo, dijo que La Habana “cree en la posibilidad de una relación bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias” con Washington.
Cuba ha denunciado en diferentes ocasiones que, a lo largo de su historia, ha sido víctima de agresiones y medidas inhumanas por parte de EE.UU. Las políticas y las implacables acciones de la Casa Blanca han sido duramente condenadas por países y organizaciones internacionales y, de acuerdo con varios analistas, ponen de relieve la inmoralidad de Washington y su desprecio por los derechos humanos.
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