La periodista Natasha Bertrand, en un informe coescrito con Katie Bo Lillis y Zachary Cohen, dio a conocer una evaluación preliminar filtrada de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del Pentágono, según la cual, los ataques estadounidenses del domingo causaron solo daños mínimos a las instalaciones nucleares iraníes de Fordo, Natanz e Isfahan.
En este sentido, el informe señala que las reservas de uranio enriquecido de Irán permanecen intactas a pesar de que Trump afirmó que el ataque estadounidense había acabado con el programa nuclear del país persa.
Enfurecido por la filtración, Trump recurrió el miércoles a su plataforma Truth Social y destacó que la dirección de CNN debería despedir a Bertrand.
“Debería ser reprendida INMEDIATAMENTE y luego expulsada como un perro”, remarcó el presidente republicano.
Trump acusó a Bertrand de mentir, de faltarle el respeto a los pilotos estadounidenses y de no tener la capacidad para ser corresponsal ante las cámaras, además de llamar a CNN una “cadena de noticias falsas”.
Sin embargo, CNN respondió con una declaración de apoyo a su reportera, diciendo que “respalda al 100 % el periodismo de Bertrand y, específicamente, sus reportajes y los de sus colegas”.
La cadena norteamericana también argumentó que era de interés público informar los hallazgos y que también había cubierto el propio escepticismo de Trump con respecto a la evaluación.
Por otro parte, los presentadores senior de CNN Pamela Brown y Wolf Blitzer también contraatacaron, calificando las afirmaciones de Trump sobre Bertrand y la cadena de “absolutamente falsas” y un “argumento de hombre de paja”.
Brown enfatizó que el informe no menospreciaba a los militares, sino que reflejaba con precisión las primeras evaluaciones del Pentágono.
Mientras tanto, la Casa Blanca rechazó la evaluación filtrada y atacó a la fuente anónima responsable. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, calificó el informe de inteligencia de “totalmente erróneo” y afirmó que había sido filtrado por un “perdedor de poca monta”.
Los expertos y los analistas de imágenes satelitales han demostrado que las instalaciones subterráneas de la República Islámica en Fordo, Natanz e Isfahán siguen en gran medida operativas.
Estados Unidos llevó a cabo el pasado 22 de junio de 2025 una operación militar, dirigida contra tres instalaciones nucleares clave de Irán: Fordo, Natanz e Isfahán. Según el presidente Donald Trump, los ataques, ejecutados con bombarderos furtivos B-2 Spirit y bombas antibúnkeres GBU-57 de alta penetración, habrían causado “daños monumentales” y destruido completamente las capacidades de enriquecimiento de uranio de Irán, con el objetivo de frenar su supuesto programa nuclear armamentístico.
Sin embargo, las declaraciones oficiales contrastan con evaluaciones más cautelosas y con la respuesta iraní, que minimiza el impacto y promete represalias.
Irán ha calificado los ataques como una “violación flagrante” de la Carta de la ONU, el derecho internacional y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), describiéndolos como “salvajes” y “criminales”.
En respuesta, Irán lanzó misiles balísticos contra la base estadounidense de Al Udeid en Catar el 23 de junio. Teherán también disparó misiles contra los territorios ocupados por Israel, que causaron heridas en Tel Aviv.
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