En el 59.º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) el jueves, el embajador y representante permanente de Irán ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, Ali Bahreini, pidió al gobierno francés que libere a Esfandiari.
También destacó la necesidad de que la comunidad internacional apoye a los activistas de derechos humanos, mujeres y niñas propalestinos que han dedicado sus vidas a liberar a Palestina de la ocupación y la opresión israelí.
La profesora universitaria de 39 años y activista pro palestino lleva más de cuatro meses detenido arbitrariamente por la Policía francesa en las afueras de París y sometido a acoso y tortura.
El diplomático iraní también pidió la intervención inmediata y el apoyo de mecanismos internacionales como la relatora especial sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer para lograr su liberación.
Durante su discurso ante el consejo de 47 miembros, cuya misión es promover y proteger los derechos humanos en todo el mundo, Bahreini instó a la comunidad internacional a realizar esfuerzos más serios para apoyar al pueblo palestino y a los defensores de los derechos humanos activos en este campo.
El Poder Judicial iraní ha condenado la detención de Esfandiari como “ilegal y una flagrante violación de la libertad de expresión y la seguridad personal”, citando la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos ratificados por Francia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán también denunció el arresto durante meses de Esfandiari como una forma de “toma de rehenes” por parte de la justicia francesa.
Esfandiari se encuentra detenido desde el 28 de febrero en los suburbios de París tras publicar mensajes en un canal de Telegram, condenando el genocidio en curso de Israel en la asediada Franja de Gaza.
Durante los dos días posteriores a su arresto, no se reveló información sobre su paradero. Solo tras el seguimiento constante de sus amigos y familiares, se enteraron de que estaba bajo custodia policial.
Esfandiari fue posteriormente trasladado a la prisión de Fresnes, situada a las afueras de París.
Es lingüista, licenciada en lengua francesa por la Universidad Lumière, y reside en Lyon desde hace ocho años. Trabaja como profesora, traductora e intérprete en la Universidad Lumière.
La distancia de 470 kilómetros entre Lyon y París ha hecho que sea extremadamente difícil para su familia y amigos seguir su caso o brindarle cualquier tipo de apoyo.
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