El presidente de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Corker, señaló el miércoles a CNN, que los altos funcionarios de la Administración deben informar inmediatamente a los legisladores sobre la situación en Arabia Saudí, declarando que la postura del presidente Donald Trump “llevó a nuestra nación a un nivel muy bajo, desde el punto de vista moral”.
“En esencia, lo que el presidente estaba diciendo es que si me elogias y gastas mucho dinero en nuestro país, nos volveremos locos por lo que se refiere a ti matando a periodistas y haciendo otras cosas”, agregó Corker en una entrevista telefónica con la cadena estadounidense.
Asimismo, ha destacado que Arabia Saudí es “sin duda” un país aliado a EE.UU., pero la posición moral del país norteamericano como una nación “fue desafiada”.
El mandatario estadounidense declaró el martes que, aun cuando “podría ser perfectamente” que el príncipe heredero saudí, Muhamad Bin Salman, tuviera conocimiento del plan para asesinar al periodista saudí Jamal Khashoggi, esto no afectará “en ningún caso” a las relaciones Riad-Washington.
Esta declaración de Trump ha provocado las críticas de varios altos funcionarios incluso dentro de su misma formación, el Partido Republicano.
En esencia, lo que el presidente estaba diciendo es que si me elogias y gastas mucho dinero en nuestro país, nos volveremos locos por lo que se refiere a ti matando a periodistas y haciendo otras cosas”, declaró el senador republicano, Bob Corker.
Al respecto, el senador republicano escribió ayer miércoles en su cuenta de Twitter que “la Casa Blanca es una firma de relaciones públicas para el príncipe de la corona de Arabia Saudí”.
El periodista disidente fue asesinato el pasado 2 de octubre en la sede consular saudí en la ciudad de Estambul (Turquía). El reino árabe negó en un principio toda implicación en la desaparición del columnista, pero finalmente ante las presiones internacionales, rehízo su versión y reconoció que Khashoggi fue “drogado y descuartizado” pero exime a Bin Salman del asesinato.
Según informe del diario estadounidense The Washington Post, los resultados de las investigaciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. indican que Bin Salman ordenó el asesinato de Khashoggi.
A pesar de las pruebas de la CIA, Trump se negó a responsabilizar a Bin Salman de la muerte de Khashoggi para no disminuir los estrechos lazos militares entre Washington y Riad.
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