“La amenaza de aranceles sigue siendo un gran peso para las relaciones transatlánticas”, ha confesado este sábado a la agencia de noticias francesa AFP el presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI, por sus siglas en alemán), Dieter Kempf, tras lamentar la ausencia de avances tras visitar ayer viernes EE.UU. la canciller Angela Merkel.
En la visita, pese al interés de ambas partes por escenificar calidez y amistad, se hicieron patentes las diferencias entre los dos jefes de Ejecutivo. Además de lamentar el déficit comercial estadounidense con la Unión Europea (UE), Trump protestó ante Merkel por el supuestamente insuficiente gasto militar de los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Justo antes de la canciller alemana y en apariencia también sin éxito, había tratado de sacar al mandatario estadounidense una exención arancelaria el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una visita de tres días a Washington (capital estadounidense).
Los aranceles en cuestión son el del 25 % al acero y el 10 % al aluminio anunciados a principios de marzo por Trump, de los que hasta ahora están exentos, además de la UE, países como México, Argentina, Canadá y Australia, que sin embargo pierden ese privilegio el próximo martes 1 de mayo, sin estar seguros de que se vaya a renovar.
La amenaza de aranceles (del Gobierno de EE.UU.) sigue siendo un gran peso para las relaciones transatlánticas”, dice el presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI, por sus siglas en alemán), Dieter Kempf.
Se supone que el blanco de las medidas proteccionistas de Trump, en la línea de lo prometido en 2016 durante su campaña electoral, es China, pero numerosos economistas estiman que pueden desencadenar una guerra comercial de Washington no sólo con Pekín, sino también con muchos otros países de la órbita occidental.
En el caso de la UE, ya se ha replicado a Washington que en caso de imposición de tasas se adoptarán medidas equivalentes, que podrían estar centradas en productos emblemáticos de la industria estadounidense como bluyines, motocicletas, manteca de cacahuete y güisqui Bourbon.
El gigante asiático, por su parte, ha lanzado varias señales al Gobierno estadounidense instándolo a abstenerse de iniciar una guerra comercial, pero también ha advertido de que, si finalmente Washington lo hace, Pekín “combatirá hasta el final para defender sus propios legítimos intereses con todas las medidas necesarias”.
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