Según los datos recabados por la campaña “Necesidad de Destitución (Need to Impeach, en inglés)”, lanzada en octubre de 2017 por Tom Steyer, inversor multimillonario del Partido Demócrata, el artículo de acusación contra el actual inquilino de la Casa Blanca está a menos de 700.000 firmas para llegar a sus “primeros 5 millones”.
Mediante un clip compartido en noviembre de 2017 en todo el país norteamericano, Steyer puso en duda la aptitud de Trump para estar al frente de la Presidencia, y en medio de la escalada de tensiones con Corea del Norte exigió a los legisladores estadounidenses que impugnen el acceso a las armas nucleares al mandatario.
Además, acusó al presidente estadounidense de “obstruir la justicia” al despedir a James Comey, el entonces director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), aparentemente por investigar la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de EE.UU en 2016.
Si ese no es un caso para acusar y eliminar a un presidente peligroso, ¿en qué se ha convertido nuestro gobierno?”, cuestiona Tom Steyer, inversor multimillonario del Partido Demócrata.
De igual modo, deploró los innumerables ataques de Trump contra las grandes cadenas y medios de comunicación estadounidense, entre ellos The New York Times y la CNN, y sus amenazas con cerrar estas agencias de noticias.
Tras enumerar los “fallos” del presidente estadounidense, que conforme señaló, ha llevado a Washington al borde de una guerra nuclear, Steyer cuestionó que “si ese no es un caso para acusar y eliminar a un presidente peligroso, ¿en qué se ha convertido nuestro Gobierno?”
Trump, por su parte, reaccionó a la campaña de destitución del multimillonario demócrata y tachó a Steyer de “loco y totalmente desquiciado”.
Este aluvión de rechazo por parte de los ciudadanos estadounidenses a la labor desempeñada por Trump hasta el momento ve la luz mientras varios congresistas demócratas dieron, en noviembre de 2017, inicio formal al proceso de destitución del magnate republicano por “violar la Constitución” del país, entre otras razones.
Dos presidentes norteamericanos se han visto en la misma tesitura que Trump en la historia estadounidense, a saber: William ‘Bill’ Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869), sin que ninguno fuera finalmente destituido.
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