Entre otros, por la limpieza étnica que está llevando adelante en su propio territorio; concretamente en la ciudad de Al-Awamiya de población mayoritariamente chií. El activismo le fue a “tocar la puertas” a su embajada en Washington, capital norteamericana, para decirle que respete los derechos humanos.
Activistas protestan frente a la embajada de Arabia Saudí en Washington. Entre ellos, Mustafá quien tiene razones para protestar. Hace un año el Gobierno decapitó a su primo el sheij Nimr Baqer al-Nimr y ahora su sobrino ha sido sentenciado a correr la misma suerte. Todo por ser parte de la resistencia en su natal Al-Awamiya una ciudad en Arabia Saudí.
Al-Awamiya es la ciudad saudí con una mayoría de población chií que está soportando literalmente una limpieza étnica a manos de su propio Gobierno.
Los manifestantes también protestaron contra el régimen de Riad por la guerra contra Yemen que va a su tercer año y ha dejado decenas de miles de muertos y destrucción.
Lo que indigna al activismo estadounidense, es el doble discurso que envía su Gobierno; cuando dice abogar por la libertad y los derechos humanos, pero a su vez mantiene una estrecha relación con el régimen de Riad.
Alfredo Miranda, Washington.
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