La Casa Blanca vuelve a emitir claras muestras de que van a seguir con las deportaciones de menores centroamericanos que llegan solos a la frontera sur de la Unión Americana.
Recientemente el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, admitió que el país no cuenta con fronteras abiertas y que de frenar las deportaciones de menores, se podría crear una situación de crisis humanitaria en la Unión Americana, pero hay quienes piensan que esta continuación de deportaciones no es más que una prueba clara de que “el miedo no anda en burro”.
Es claro que existe una situación de carácter humanitario en Centroamérica que obedece a los altos niveles de crimen y violencia que reina principalmente en lo que se conoce como el Triángulo del Norte lo cual comprende a Guatemala, El Salvador y Honduras. Y quienes conocen la ley de migración de los Estados Unidos, aseguran que estas deportaciones de menores van contra las reglas del sistema judicial.
El verdadero peligro para la comunidad indocumentada, dicen los abogados, radica en que el presidente Barack Obama ha ofrecido su apoyo a Hillary Clinton. Ella habla de una reforma migratoria durante los primeros cien días si llegara a la Casa Blanca, lo cual despierta el fantasma de las promesas fallidas de Obama cuando era candidato, y ahora que sale de la Presidencia de los Estados Unidos.
Víctor Cordero, Los Ángeles.
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