Si Cotton tiene problemas con el proceso, “quizás debe escribir otra carta al Líder (de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei) y ver hasta dónde lo llevaría”, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, con un tono satírico, en una rueda de prensa celebrada el martes en la Casa Blanca.
El 9 de marzo de 2015, Cotton, junto con otros 46 senadores enviaron en vano, una carta abierta al ayatolá Jamenei, en un intento por frenar el proceso del pacto nuclear, que se selló el 14 de julio del mismo año entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Quizás debe escribir otra carta al Líder y ver hasta dónde lo llevaría ”, indicó el portavoz de la Casa Blanca, Joshua Earnest, con un tono satírico.
Al descartar las observaciones de Cotton sobre el tema, Earnest defendió la decisión de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, sobre la compra de 32 toneladas de agua pesada del reactor de Arak, valoradas en 8,6 millones de dólares, de una filial de la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI).
De igual manera, explicó que esa medida se realiza en línea con el compromiso de Teherán para cumplir los deberes estipulados en el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).
Los diputados republicanos en el Congreso de Estados Unidos no obstante, intentan impedir la “adquisición peligrosa” de Washington.
Mediante un comunicado emitido la misma jornada del martes, Cotton criticó a Obama por hacer todo lo que esté a su alcance para proteger su acuerdo nuclear con Irán.
En un intento por impedir esa compra, el senador estadounidense presentó una enmienda a una ley que prohíbe utilizar el dinero que pagan los contribuyentes para comprar agua pesada de Teherán.
I filed an amendment prohibiting purchase of heavy water from Iran with taxpayer dollars: https://t.co/a11SyQZDPh
— Tom Cotton (@SenTomCotton) April 26, 2016
En virtud de este acuerdo, el Gobierno de Irán tiene que reducir sus reservas de agua pesada del reactor de Arak, para que no superen las 130 toneladas, y EE.UU. no se incluye en la lista de países productores de agua pesada, y hasta la fecha compraba la cantidad requerida para su uso industrial e investigativo a países como Canadá y La India.
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