En el primer día de una visita al país euroasiático, Joseph Biden ha lamentado que Ankara no esté dando ejemplo en materia de libertad de expresión a otros países de Oriente Medio.
Cuando los medios son intimidados o los periodistas encarcelados (...), y que más de 1000 universitarios están acusados de traición simplemente por firmar una petición, no se trata de un buen ejemplo”, ha hecho público Joe Biden, vicepresidente de EE.UU.
“Cuando los medios son intimidados o los periodistas encarcelados (...), y que más de 1000 universitarios están acusados de traición simplemente por firmar una petición, no se trata de un buen ejemplo”, ha comentado este viernes a los periodistas tras reunirse con actores de la sociedad civil turca.

A su juicio, todo éxito del Gobierno turco en materia de libertad de expresión le ayudará a difundir su mensaje en la región y en todo el mundo.
“Cuanto más triunfe Turquía, más fuerte el mensaje que se enviará a todo Oriente Medio y a partes del mundo que apenas comienzan a entender la noción de libertad”, ha opinado Biden.
El titular estadounidense está en Turquía para reunirse con las autoridades del país, incluidos el presidente, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro, Ahmet Davutoglu. La situación en Siria e Irak y la lucha contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) son los principales asuntos que abordará en el viaje.
Erdogan arremetió el miércoles contra un grupo de académicos por criticar la campaña de Ankara contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo).
El presidente turco reaccionaba así a un manifiesto firmado por más de 1200 académicos en que estos reprochaban la forma en que Ankara está lidiando con la violencia que sacude actualmente el sureste del país, de mayoría kurda, y pedían el fin del toque de queda en la zona.
La solicitud, rubricada también por el politólogo estadounidense Noam Chomsky, provocó la indignación del Gobierno, que detuvo a los principales firmantes del texto y sigue buscando a los demás.
La actitud de Ankara ha suscitado enérgicas condenas en todo el mundo, desde el embajador estadounidense en Ankara, John Bass, hasta la Unión Europea (UE), pero el Gobierno turco sigue afirmando que en su país hay plena libertad de expresión.
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