"Basándose en los elementos de prueba consultadas y en el uso de la policía de la fuerza letal en el marco de la ley, el gran jurado decidió no presentar cargos penales", declaró el fiscal Timothy McGinty en relación al trágico caso de Tamir Rice, que recibió disparos de bala mientras sostenía en su mano un juguete que simulaba un revólver. El fiscal además asegura que las pruebas "no evidencian conducta criminal de la policía".
Una cámara de videovigilancia mostró cómo dos agentes policiales intervinieron tras haber sido alertados de la presencia de un joven armado. Uno de ellos abrió fuego segundos después, matando a Rice de dos balazos en el abdomen. El caso provocó la indignación de numerosos estadounidenses, que desde hace varias semanas se manifestaban contra la impunidad de los policías blancos implicados en la muerte de negros.
Un año después la oficina del fiscal concluyó que la decisión del policía de disparar a Rice estaba justificada porque el joven podía ser considerado una amenaza.
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