Junto a Noruega, las de Suecia, Polonia, Portugal, Islandia, Sudáfrica y Azerbaiyán han sido las últimas candidaturas aprobadas por Pekín para convertirse en Estados fundadores del futuro Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, en inglés).
Pekín aceptó la candidatura de Noruega, a pesar de las tensiones con el país europeo por cuestiones relacionadas con los derechos humanos.
Aunque ni Estados Unidos ni Japón están en la lista, la presencia de 57 países, como Francia, Alemania, Australia o el Reino Unido, supone un éxito diplomático para China.
La institución impulsada por Pekín tendrá el objetivo de financiar infraestructuras en Asia y competirá con el Banco Mundial (BM), liderado por Estados Unidos, y con el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), apoyado por Japón.
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