El exministro de Defensa de Irán el general de brigada Hosein Dehqan ha indicado que Teherán no había “hecho ningún recorte en los presupuestos de nuestras organizaciones militares” por la campaña de “máxima presión” de Washington.
“Militarmente, hoy estamos en una mejor situación que hace tres años cuando Trump llegó al poder (...) y estaremos mejor en cinco años, si Trump es reelegido”, ha afirmado el general iraní en una entrevista publicada este lunes por el periódico británico Financial Times.
El aludido rotativo ha precisado, además, que ciertos funcionarios de la Administración de Donald Trump habían asegurado que, con su estrategia hacia Irán, habían logrado forzar al país persa a reducir su gasto militar en casi un 30 por ciento y debilitar su capacidad para apoyar a sus aliados.
El también asesor militar del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ha agregado que desde la creación del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y el aumento de la inseguridad en la región, “hemos utilizado toda nuestra capacidad para organizar, capacitar y consultar a nuestros aliados”.
La estrategia estadounidense en la región de Asia Occidental “les está costando y nos cuesta a nosotros, pero, ¿quién es el ganador ahora? Hoy, creemos que nuestra influencia en la región ha aumentado, a pesar de toda esta presión”, ha explicado Dehqan para luego aseverar que Irán nunca abandonará a sus aliados regionales.
Tras el asesinato del destacado general iraní, Qasem Soleimani, por EE.UU. en Irak, Irán atacó con decenas de misiles balísticos las bases estadounidenses en Irak, incluida la base aérea Ain al-Asad en la provincia iraquí de Al-Anbar. El ayatola Jamenei destacó que los ataques de represalia de Irán “solo fue una bofetada” y “no la venganza”.
En este sentido, Dehqan ha dicho que “golpes complementarios sucederán con el tiempo” para expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región, empero, ha señalado que Irán no lanzaría ataques contra Estados Unidos “a menos que Estados Unidos lo haga [contra Irán]”.
A pesar de las sanciones impuestas por el Occidente, la República Islámica ha logrado avances en la industria defensiva, en particular en la producción y la operación de aviones y misiles, además de alcanzar la autosuficiencia en la producción de numerosos equipos y sistemas militares en las cuatro décadas transcurridas desde la victoria de la Revolución Islámica (1979).
Teherán ha dejado claro que el desarrollo de su capacidad militar es una línea roja, pero que su objetivo es meramente disuasivo y, por ende, defensivo y no representa amenaza alguna para terceros países, en especial a sus vecinos.
En un encuentro con altos mandos de la Fuerza Aérea del Ejército de Irán, el Líder de la Revolución Islámica declaró el 8 de febrero que las Fuerzas Armadas del país deben fortalecerse para evitar una guerra y nuevas medidas hostiles.
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