“En el Golfo Pérsico, la Armada del CGRI y, en el mar de Omán, las fuerzas navales del Ejército, están preparadas para defender las aguas mediante labores de inteligencia y monitoreando la presencia física del enemigo”, destacó el lunes el comandante de la Armada del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el contralmirante Ali Reza Tangsiri, citado por la agencia de noticias local Tasnim.
Asimismo, aseveró que “en el Golfo Pérsico el enemigo no puede causar ningún tipo de problema, pues, en realidad, actualmente tenemos una presencia completa y permanente”, mientras que en el estrecho de Ormuz “llevamos a cabo” el control “de todos los cruceros y flotas militares, así como civiles”.
El alto mando militar iraní aseguró que “creemos que el Golfo Pérsico es nuestro hogar, por lo que podemos garantizar la seguridad” y “no hay necesidad alguna de una presencia extranjera, como EE.UU. y los países cuyo hogar no se halla aquí”.
En el Golfo Pérsico el enemigo no puede causar ningún tipo de problema, pues, en realidad, actualmente tenemos una presencia completa y permanente”, aseveró el comandante de la Armada del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el contralmirante Ali Reza Tangsiri.
En este sentido, les dijo a los países regionales que, a lo largo de toda su historia, la República Islámica de Irán no ha atacado a ningún país, sin embargo, señaló, “el enemigo recurre a esta estratagema (supuesta amenaza iraní) para estar presente en la región y vender armas”.
El jefe de las fuerzas navales del CGRI alertó de que la presencia extranjera en la región no solo genera inseguridad, sino que es “perjudicial” para su seguridad. Conforme a Tangsiri, la seguridad del Golfo Pérsico está vinculada a los países de la región que comparten intereses, y ellos son los que deben proporcionar esa tranquilidad a la zona.
Las declaraciones del comandante iraní se producen después de que EE.UU. enviara a la zona el destructor estadounidense USS The Sullivans, con 56 misiles de crucero, presuntamente debido a una escalada de las tensiones en Siria.
Irán llevó a cabo “con éxito”, a principios de este mes en curso, unas maniobras navales en el Golfo Pérsico para mantener y mejorar la preparación de la defensa de las vías navegables internacionales de la zona marítima, y para hacer frente a las amenazas y posibles acciones de los enemigos.
Los ejercicios navales se realizaron en pleno auge de las tensiones entre Irán y EE.UU., desencadenadas por la retirada unilateral de Washington del acuerdo nuclear de 2015 y su decisión de reimponer sanciones económicas, desde el pasado 7 de agosto, al país persa, que en el caso del petróleo, entrarán en vigor en noviembre próximo.
Además, tuvieron lugar en medio de los llamamientos de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, a los importadores de crudo iraní para frenar sus exportaciones de petróleo iraní.
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