Ahora, la República Islámica de Irán tiene “la flexibilidad de un misil tierra-aire estratégico sumamente móvil y de largo alcance”, escribió el militar estadounidense en un testimonio enviado al Comité de Servicios Armados del Senado, al que tuvo acceso el portal Bloomberg.
El castrense estadounidense recordó que Rusia había entregado estos sistemas en 2016, proporcionando a Irán su sistema de defensa aérea más avanzada. De esta manera, Moscú le da a Teherán una “mejora generacional en las capacidades”, algo que preocupa altamente a Estados Unidos y el régimen de Israel.
Según aseguró Ashley, el despliegue de los S-300 muestra que el objetivo de Irán para mejorar sus capacidades convencionales es “disuadir a los adversarios, defender su patria y controlar las vías de acceso, incluido el estrecho de Ormuz, en caso de un conflicto militar”.
(Ahora, la República Islámica de Irán tiene) la flexibilidad de un misil tierra-aire estratégico sumamente móvil y de largo alcance”, aseguró el director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el teniente general Robert Ashley.
Además, el teniente general Ashley dejó claro que, a su entender, las prioridades de modernización de la República Islámica de Irán son sus fuerzas de defensa aérea, naval y antimisiles, con un nuevo énfasis en la necesidad de capacidades aéreas de combate más sólidas.
Esto viene mientras Teherán siempre ha enfatizado que su poder militar no constituye amenaza alguna para la región, y solo busca preservar la soberanía e integridad territorial del país persa ante las amenazas de los enemigos.
Además, Irán ha logrado en los últimos años importantes avances en su sector de defensa y alcanzado la autosuficiencia en la producción de vitales equipos y sistemas militares defensivos, por tanto, sus Fuerzas Armadas están al día en tácticas militares modernas.
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