• Un experto iraní está desactivando un campo minado durante la guerra impuesta por el país árabe a Irán (1980-1988)
Publicada: lunes, 30 de marzo de 2015 11:16
Actualizada: sábado, 29 de agosto de 2015 13:11

Cinco fuerzas iraníes del regimiento fronterizo de la ciudad de Qasr-e Shirin, en la provincia Kermanshah (oeste), cayeron mártires este lunes como consecuencia del estallido de una mina no desactivada remanente de la guerra impuesta por Irak contra Irán (1980-1988).

Según informes y datos existentes, más de 455 compañías occidentales ayudaron a Saddam en sus ataques químicos contra el país persa, hecho que contribuyó a la proliferación de las armas químicas.

El responsable de gobernación de Qasr-e Shirin, Nematolá Nazparvardeh, ha explicado que los soldados murieron por el choque de su vehículo con una mina no desactivada en momentos en que patrullaban la región.

La limpieza general de campos minados de esta zona hasta una profundidad de 30 centímetros terminó en febrero de 2012 y ahora la desminación profunda se está llevando a cabo hasta una profundidad de 80 centímetros.

Qasr-e Shirin en la provincia occidental de Kermanshah con una población de más de 27 mil cuenta con 186 kilómetros de frontera común con Irak y durante la guerra de ocho años estuvo bajo la ocupación de las fuerzas invasoras del exrégimen baasista de Irak, liderado por el ejecutado dictador Saddam Husein .

La guerra impuesta fue emprendida bajo órdenes de Saddam Husein y los ataques de las fuerzas militares iraquíes hacia Irán comenzaron en septiembre del año 1980. Esta ofensiva contra Irán duró 8 años y finalmente, tras la aceptación de la resolución 598 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) por parte de Irán en julio del año 1987 concluyó.  

Durante los 8 años de la guerra impuesta por Irak contra Irán, el régimen de Saddam Husein utilizó en varias ocasiones armas químicas contra los civiles iraníes. Más de 100 mil iraníes murieron o resultaron gravemente heridos. Estos últimos aún siguen sufriendo los efectos de dichas arremetidas.

Según informes y datos existentes, más de 455 compañías occidentales ayudaron a Saddam en sus ataques químicos contra el país persa, hecho que contribuyó a la proliferación de las armas químicas.

La República Islámica, en reiteradas ocasiones, ha exigido a las instancias internacionales castigar a las compañías occidentales que facilitaron armas químicas al exrégimen iraquí, pero ninguno de los responsables de esos crímenes de lesa humanidad ha sido enjuiciado.

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