“Condenamos las ejecuciones extrajudiciales continuas realizadas por fuerzas estadounidenses en aguas internacionales del Caribe y del Pacífico”, afirmó el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, a través de sus redes sociales.
El canciller cubano calificó estas operaciones como una “grave violación del Derecho Internacional y de los derechos humanos”, agregando que representan “una amenaza permanente a la paz, la seguridad y la estabilidad en América Latina y el Caribe”.
Condenamos las continuas ejecuciones extrajudiciales por fuerzas de #EEUU en aguas internacionales tanto en el Caribe como en el Pacífico.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 5, 2025
Constituyen una grave violación del Derecho Internacional y de los #DDHH, y mantiene la amenaza permanente a la paz, la seguridad y la… pic.twitter.com/M28SEoKn9q
Además, Rodríguez criticó el uso de la fuerza “de manera indiscriminada e ilegal” por parte de Estados Unidos, denunciando que Washington no atiende las raíces del tráfico ilícito de drogas hacia EE.UU.
El ministro cubano subrayó que EE.UU. es “el principal mercado de estupefacientes del mundo” y un lugar donde “se lava el dinero de los narcotraficantes impunemente y con la complicidad de varios de sus políticos”.
“Es terrorismo de Estado sin atender el origen del comercio ilegal de drogas en su país, mientras asesina a personas sin debido proceso ni evidencias de transportar estupefacientes”, destacó.
Por su parte, el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, indicó que la reciente operación contra presuntos traficantes —que dejó dos fallecidos— tuvo lugar en aguas internacionales del Pacífico Oriental, cerca de Colombia.
En agosto, Estados Unidos desplegó buques de guerra, un submarino nuclear, aviones de combate y tropas especiales en el Caribe, frente a las costas venezolanas, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.
A partir del septiembre pasado, ha lanzado ataques mortales contra pequeñas embarcaciones en el Caribe, cerca de Venezuela, alegando sospechas de narcotráfico.
Caracas califica estas acciones como “una agresión armada para imponer un cambio de régimen” y advierte que el objetivo es “apoderarse del petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales” del país.
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