En su intervención en la ceremonia inicial de la construcción de un museo dedicado a la participación de militares coreanos en operaciones en el extranjero, Kim ha rendido homenaje y agradecido a los soldados que participaron en la liberación de la provincia rusa de Kursk junto con los militares rusos, según ha informado este viernes la agencia oficial norcoreana de noticias KCNA.
“Se ha iniciado una nueva historia de unidad combativa, en la que las relaciones entre Corea y Rusia se han desarrollado como las más confiables de entregar la sangre en la misma trinchera y las más auténticas, firmes e invencibles para compartir el mismo destino”, ha señalado el líder norcoreano, destacando que los “valientes” militares de ambos países evidenciaron “con victorias definitivas la poderosa que es la alianza Corea-Rusia”.
Ha calificado de “verdaderamente sagradas y perennes” la amistad y solidaridad entre los dos países, afirmado que Corea del Norte y Rusia “comparten los mismos ideales y deseos”.
“Los años de fraternidad militante, en los que se ha garantizado el desarrollo a largo plazo de la amistad bilateral a costa de sangre valiosa, avanzarán sin parar”, ha manifestado Kim, ratificando el compromiso de su país con mantener su alianza “invencible” con Rusia. “¡Pyongyang estará siempre junto a Moscú! ¡Nuestra amistad y unidad serán eternas!”, ha enfatizado.
A finales de abril, Rusia anunció oficialmente la liberación completa de la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, —parte de cuyo territorio fue ocupado en agosto del año pasado por tropas ucranianas— tras meses de sangrientos combates.
Corea del Norte, un aliado estratégico de la Federación Rusa, acudió en ayuda de Moscú, enviando miles de soldados al frente de batalla, lo que resultó clave para que Rusia consiguiera liberar ese territorio. Fuentes de inteligencia surcoreanas estiman que alrededor de 300 soldados norcoreanos murieron en enfrentamientos en Kursk y que otros 2700 resultaron heridos.
La alianza y cooperación entre Moscú y Pyongyang alcanzaron su punto culminante en junio de 2024 cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, y Kim firmaron un Tratado de Asociación Estratégica Integral.
El cuarto artículo del Tratado establece que, si una de las partes es atacada por otro Estado o por varios países, como ocurrió en la provincia rusa de Kursk, y se encuentra en estado de guerra, la otra parte prestará inmediatamente asistencia militar u otra ayuda por todos los medios disponibles, de conformidad con el artículo 51 de la Carta de la ONU.
Corea del Norte ha dejado en claro una y otra vez que no dudará en apoyar a Rusia si Estados Unidos continúa provocando militarmente a Moscú. Pyongyang también ha expresado su compromiso “inequívoco” a Moscú en la guerra con Ucrania.
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