El Ejército surcoreano ha iniciado este lunes sus maniobras anuales Hoguk en las que participan también las tropas estadounidenses, en un momento marcado por la escalada de tensión en la península coreana.
“Las fuerzas llevarán a cabo maniobras diurnas y nocturnas con el fin de contrarrestar las amenazas nucleares, de misiles y otras por parte de Corea del Norte, así como para mejorar la capacidad de respuesta de las misiones en tiempos de guerra y en tiempos de paz, y mejorar la interoperabilidad con algunas fuerzas estadounidenses”, ha explicado el portavoz del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, Kim Jun-rak.
Además, Kim ha asegurado que las Fuerzas Armadas surcoreanas están siguiendo de cerca los movimientos de Corea del Norte ante la posibilidad de que pueda llevar a cabo una nueva prueba nuclear.
Pyongyang lanzó el 12 de octubre dos misiles que volaron durante 10.234 segundos a lo largo de una órbita de vuelo ovalada sobre el mar del Oeste (Amarillo) y alcanzaron el objetivo a 2000 km de distancia.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, calificó las pruebas como otra clara advertencia a los “enemigos” del país y expresó “gran satisfacción” por la alta capacidad de reacción de las fuerzas nucleares que demostraron una vez más su plena preparación para “poner a los enemigos bajo el control de un golpe a través de un contraataque incondicional, móvil, preciso y poderoso con cualquier sistema de armas”.
Corea del Norte ha probado misiles balísticos en siete ocasiones desde el 25 de septiembre en protesta por los recientes ejercicios navales conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos que Pyongyang los ve “provocativos” y deja claro que se reserva el derecho a responder en caso de cualquier violación a su soberanía.
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