El mandatario ha abordado temas principales durante la reunión plenaria de fin de año del oficialista Partido de los Trabajadores, en la que se adopta las decisiones de más alto nivel del país asiático.
Es muy probable que Kim haga pública la posición de Pyongyang sobre la desnuclearización en la sesión de clausura de la cumbre, que en años anteriores duraba varios días.
La Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA, por sus siglas en inglés) ha precisado este miércoles que Kim está dispuesto a “discutir y decidir sobre las políticas estratégicas y tácticas, así como las tareas de acción” para dar “el siguiente paso” en el desarrollo del país.
El líder norcoreano señaló en junio en una sesión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores, que estaba preparado para el diálogo y, en particular, la confrontación con EE.UU., tras un estudio de la Administración Joe Biden.
Entre 2018 y 2019, el líder norcoreano celebró una serie de cumbres de alto nivel con el entonces presidente de EE.UU., Donald Trump (2017-2021), para discutir el futuro de su arsenal nuclear. Pero, acabaron sin resultados después de que Trump rechazara las peticiones de Kim de un amplio alivio de las sanciones, a cambio de una renuncia parcial a su capacidad nuclear.
La nueva estrategia de Washington para Pyongyang descarta el “todo o nada” de Trump y la “paciencia estratégica” del exmandatario norteamericano Barack Obama (2009-2017), apostando por una vía intermedia que persigue el diálogo diplomático por fases y que busca reavivar las conversaciones sobre el desarme nuclear norcoreano, que permanecen estancadas desde 2019.
Corea del Norte, por su parte, remarca que solo el fin de las medidas provocativas de la contraparte estadounidense y la surcoreana puede dar lugar a unas condiciones óptimas para que se desarrolle una nueva ronda de negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.
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