EE.UU. por su parte apunta el dedo acusador contra el país asiático y vincula las referidas tensiones a las pruebas nucleares y de misiles llevadas a cabo por Corea del Norte, justificando así sus polémicos juegos de guerra en la región.
Últimamente y en particular luego de que las tensiones entre las dos Coreas se comenzaran a suavizar en el margen de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (Corea del Sur), ha aumentado la posibilidad de que los lados norcoreano y estadounidense también se sienten en la mesa de diálogo.
Ayer jueves el presidente de EE.UU., Donald Trump, aceptó una invitación del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, para reunirse en mayo y apaciguar las tensiones.
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