Según su líder, el Ejército norcoreano debe seguir cumpliendo con su misión de defensa del país, hasta que Washington no ponga fin a su política hostil hacia Pyongyang.
Mientras, desde el país vecino, Corea del Sur, llegan nuevas amenazas. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, de visita en Seúl anunció la decisión de Washington de intensificar las sanciones contra Corea del Norte.
Las tensiones entre Pyongyang y Washington han llegado a su máximo nivel con la llegada del presidente estadounidense, Donald Trump, al poder. El lado asiático ve el origen de tales tensiones en la presencia y provocaciones militares de EE.UU. y sus aliados en la región, mientras Washington atribuye dicha crítica situación a las pruebas nucleares y de misiles de Pyongyang.
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