El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, ha declarado este martes durante una rueda de prensa que su país “se opone firmemente a cualquier forma de interacción oficial entre Taiwán y los países que tienen vínculos diplomáticos con China y cualquier acción que viole la soberanía y la integridad territorial de China”.
Tales declaraciones se producen después de que Lituania abriera su oficina comercial en Taiwán y se publicaran una consulta sobre el plan de Taipéi para invertir más de 10 millones de euros en la producción de chips en el país europeo.
Asimismo, ha explicado que las tensiones en el estrecho de Taiwán son causadas por la colusión de funcionarios del gobernante Partido Democrático Progresista (PPD) de Taiwán con fuerzas extranjeras.
Por lo tanto, ha instado a Lituania a respetar “el principio de una sola China, manejar los asuntos relacionados con Taiwán con prudencia” y tomar medidas para salvaguardar las relaciones políticas bilaterales con Pekín.
Con fecha anterior, la Cancillería china anunció mediante un comunicado que Pekín ha suspendido relaciones con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Lituania, debido a la visita del viceministro lituano, Agne Vaiciukeviciute, a Taiwán, y que la cooperación con Lituania en el campo de la construcción de la carretera puede detenerse.
Pekín y Taiwán viven sus peores momentos, en particular después de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes del país norteamericano, Nancy Pelosi, a Taiwán. China rechaza cualquier intromisión en sus asuntos internos y refuta las relaciones y el apoyo extranjero a las fuerzas independentista taiwanesa.
Pekín ve a Taiwán como una parte de su territorio nacional, mientras que la isla se cree una nación independiente. En el marco de la misma discrepancia, el acercamiento de los países occidentales a Taipéi ha convertido el tema en un gran foco de tensión entre China y el Occidente.
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