• Geng Shuang, representante permanente adjunto de China ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Publicada: sábado, 10 de octubre de 2020 19:17

China devuelve el golpe y acusa nuevamente a EE.UU. de ser “la mayor amenaza” para la seguridad y estabilidad mundial.

En el Debate General del Primer Comité de la 75.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), la representación estadounidense ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acusó el viernes a China de propagar el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y de intentar desarrollar armas nucleares.

En respuesta, Geng Shuang, representante permanente adjunto de China ante la ONU, rechazó categóricamente las acusaciones “infundadas” de Washington contra su país.

El diplomático dijo que Pekín ha probado que “se opone a la carrera armamentística”, “secunda el multilateralismo”, “el diálogo” y “la cooperación” en el ámbito de seguridad”, mientras EE.UU. “representa la amenaza más grave para la seguridad y estabilidad estratégica global”. Además, al contario que EE.UU., China está comprometido con todos los tratados y convenios de control de armas, adujo Geng.

 

El diplomático añadió que EE.UU. como “la potencia militar más fuerte con el armamento más avanzado del mundo”, tiene una responsabilidad especial y principal respecto al control de armas y el desarme. Insistió en que, en lugar del lema “Estados Unidos primero”, Washington debe dar prioridad al “cumplimiento primero, desmantelamiento primero y desarme primero”.

Ante tal coyuntura, la representación china exigió a la Casa Blanca que participe en la labor de la Primera Comisión de manera abierta, responsable y constructiva, y que trabaje con otros países para garantizar el éxito del trabajo del comité, promover el control internacional de armas y el proceso de desarme y salvaguardar la seguridad estratégica global y la estabilidad.

El ámbito de las organizaciones internacionales se ha convertido en el campo de batalla de los países rivales económica y militarmente. El representante permanente de China ante la ONU, Zhang Jun, acusó el 24 de septiembre, al presidente de EE.UU., Donald Trump, de crear “suficientes problemas” tanto para los estadounidenses como para el mundo entero, incluida la COVID-19.

La actual escalada de tensiones ha conducido a Pekín y Washington al borde de una nueva guerra fría. Varios analistas advierten que existe un riesgo inminente de que se produzca una “confrontación no planificada” entre ambos países.

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