El periódico surcoreano Chosun Ilbo informó el lunes de que alrededor de 30 000 soldados chinos habían sido trasladados a la ciudad de Helong, al oeste de la prefectura autónoma coreana de Yanbián, con el fin de prepararse para una posible guerra y que, además, habían emplazado nuevas baterías de defensa antimisiles cerca de las fronteras norcoreanas.
Pekín trata de invertir en el establecimiento de centros para investigar las actividades nucleares en otras partes del mundo, especialmente cerca de Corea del Norte, informó el viernes el periódico estatal chino People's Daily.
Añade que el “plan muestra el compromiso de China con el consenso de la no proliferación, pero también deja ver que un gran evento militar o político en Corea del Norte va a tener un impacto significativo en China”.
En diciembre, Chosun Ilbo informó de que China también está utilizando sus recursos militares para prepararse ante una posible catástrofe en Corea del Norte, citando medios japoneses que revelaron que China estaba construyendo masivos campos de refugiados cerca de la frontera con Corea del Norte: algunos de ellos con capacidad para alojar hasta medio millón de refugiados.
Las relaciones entre Corea del Norte y China, uno de sus mayores socios comerciales, se han enfriando a medida que Pekín, presionado por EE.UU., ha impuesto restricciones al Gobierno de Kim Jong-un por sus pruebas nucleares.
Asimismo Pyongyang, que sostiene que su escalada militar es una respuesta a las amenazas bélicas de Washington, ha advertido de que las sanciones en su contra, en particular las del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), pueden poner en peligro la supervivencia de sus ciudadanos, especialmente de los niños.
Pyongyang ha pedido a Seúl que ponga fin a todo tipo de maniobras o ejercicios militares conjuntos con Washington si “realmente busca la paz” con sus “hermanos” norcoreanos y ha advertido de que “no se quedará de brazos cruzados” ante dichas maniobras.
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