En poco más de mes y medio, la fuga de capitales consumió el 44% del primer desembolso otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), evidenciando que el presidente de Argentina, Javier Milei, se caracteriza por la salida de divisas y el incremento de la deuda externa.
Basado en un informe del Centro de Investigaciones y Formación de la República Argentina (CIFRA), el monto de formación de activos externos registrado en mayo superó los promedios mensuales de todos los años relevados por el Banco Central desde 2003 hasta la actualidad.
En este contexto, el estudio señala que este nivel incluso supera el promedio mensual de 2018 y 2019, años en los que la valorización financiera colapsó durante el gobierno de Mauricio Macri.
Además, el artículo de Perfil señala que, desde la flexibilización cambiaria hasta mediados de abril, la formación de activos externos (FAE) alcanzó los 2021 millones de dólares en abril y otros 3226 millones en mayo.
En conjunto, estos montos alcanzan los 5247 millones de dólares, lo que representa el 44% de los 12 000 millones ingresados tras el acuerdo de Javier Milei con el FMI.
Mientras tanto, CIFRA-CTA advirtió que “el salvataje del FMI solo pudo frenar la corrida que se había desatado en marzo, pero no pudo generar las condiciones para impulsar una nueva burbuja financiera”.
El medio señala que la especulación financiera es la herramienta del Gobierno para enfrentar la falta estructural de divisas, pero este recurso está agotándose, ya que las inversiones de corto plazo entran y salen rápidamente con la misma rapidez.
Otro argumento que precisa el medio, como ejemplo de esa especulación, está basado en las Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (LECAPs), instrumentos de financiación directa al Tesoro Nacional.
En este caso, los instrumentos de deuda emitidos por el Gobierno o el BCRA, con rendimientos en dólares, pasaron de ofrecer un 8,4% entre abril y junio a rendimientos negativos por la suba del tipo de cambio en julio.
En términos prácticos, durante las últimas semanas las tensiones del mercado financiero elevaron el precio del dólar hasta rozar el techo de la banda definida por el equipo económico, y obligando al oficialismo a intervenir en el mercado de futuros.
El gobierno nacional podría quedarse sin financiamiento suficiente para el segundo semestre, la temporada con mayor demanda cambiaria, y que este año, además, coincidirá con las elecciones, según informes publicados.
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