El novedoso radar usa un concepto de física, que los científicos han acabado de descubrir: “la física cuántica dice que si dividimos dos fotones enredados con un cristal, el cambio efectuado a uno afecta inmediatamente al otro, sea cual sea la distancia entre los fotones divididos”, tal y como explica un artículo publicado el viernes en la revista estadounidense The National Interest.
La publicación añade que "el radar cuántico, al generar un gran número de fotones enredados y disparar a un par de fotones gemelos en el aire, podría recibir la información fundamental sobre el blanco, forma, ubicación, velocidad, temperatura e incluso la composición química de la pintura, a través de los fotones que regresan”.
Si, según afirma la Defensa China, Pekín logra desarrollar semejante tecnología, su radar podría detectar y monitorizar los cazas furtivos en plena “impunidad”, haciendo “obsoletos” a aeronaves, buques y submarinos, destaca el artículo.
El radar cuántico, al generar un gran número de fotones enredados y disparar a un par de fotones gemelos en el aire, podría recibir la información fundamental sobre el blanco, forma, ubicación, velocidad, temperatura e incluso la composición química de la pintura, a través de los fotones que regresan”, se lee en el artículo publicado el viernes por la revista estadounidense The National Interest.
No obstante, pese al escepticismo que circula en torno a la veracidad de esta tecnología, lo cierto es que no debe causar sorpresa que los chinos estén trabajando duro para hacer frente a los cazas furtivos.
En septiembre de 2016, la corporación china CETC International anunció el desarrollo de un sistema de radar que utiliza el sistema de entrelazamiento cuántico para detectar aviones modernos furtivos. El sistema de radar, una potencia del campo de la electrónica y de defensa, es capaz de detectar un blanco a una distancia de 60 millas (100 kilómetros).
En agosto del mismo año, se llegó a saber que el gigante asiático lanzó con éxito el primer satélite de comunicación cuántica en el mundo. El satélite, llamado Experimentos Cuánticos a Escala Espacial (QUESS, por sus siglas en inglés), en su misión de dos años, buscará establecer comunicaciones cuánticas "a prueba de ataques cibernéticos" a través de transmitir claves indescifrables del espacio a la Tierra y proporcionará una visión sobre un muy extraño fenómeno de la física cuántica: el entrelazamiento cuántico.
ask/ncl/krd/mkh