Según Adimark, que realiza sondeos mensuales, el rechazo a la presidenta ha aumentado a 68 por ciento, solo alcanza un respaldo del 27 por ciento.
Nosotros las miramos todas (las encuestas), sin excepción, lo hacemos con humildad y con la claridad de que debemos mejorar nuestra gestión; tenemos que ser capaces de hacer las cosas de manera que contemos con la máxima adhesión de los ciudadanos”, asegura el portavoz del Gobierno.
Tampoco el Gobierno chileno, en su totalidad, se ve bien en el sondeo; el rechazo es de un 73 %, ni la coalición gobernante ni siquiera la oposición superan el 20 % del respaldo ciudadano.
Esto viene después de que la misma firma dio a conocer en marzo que la aprobación de la mandataria chilena pasó del 44 % en enero al 39 % en febrero, mostrando una caída de cinco puntos.
En reacción al nuevo descenso de popularidad, el portavoz del Ejecutivo, Marcelo Díaz, manifestó que deben redoblar sus esfuerzos para mejorar la gestión, pese a la existencia de diversos escándalos en su seno.
“Nosotros las miramos todas (las encuestas), sin excepción; lo hacemos con humildad y con la claridad de que debemos mejorar nuestra gestión; tenemos que ser capaces de hacer las cosas de manera que contemos con la máxima adhesión de los ciudadanos”, subrayó Díaz.

La elevada desaprobación de la mandataria chilena se debe a muchas razones, desde su gestión hasta sus atributos, pero lo más impactante fue la pesquisa sobre su hijo mayor, Sebastián Dávalos, y nuera, Natalia Compagnon, por un posible delito de “tráfico de influencias” y “uso de información privilegiada” en la compra de terrenos en el sur de Chile, de lo que Bachelet negó tener conocimiento.
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