“Chile no tiene la obligación de negociar acceso soberano con Bolivia y no ha incumplido por lo tanto esa obligación”, así declaró Grossman, ayer miércoles en París, capital francesa, tras reunirse con su equipo jurídico que asesora a Chile en la demanda marítima con Bolivia.
El abogado, también, informó que el equipo de juristas está elaborando el último escrito para este caso que sigue a la réplica de Bolivia, con el fin de presentarlo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), citada en La Haya (Países Bajos), para finales de septiembre.
En este contexto, enfatizó que “no es posible construir relaciones de buena vecindad que tiene un país con otro, no es posible construir del hecho que los países conversen, una obligación de carácter jurídico”.
El especialista chileno en derecho internacional, además explicó que esta postura tendría consecuencias muy serias, no sólo en la relación entre Chile y Bolivia, sino en las relaciones internacionales en general.
Chile no tiene la obligación de negociar acceso soberano con Bolivia y no ha incumplido por lo tanto esa obligación”, declara el letrado chileno ante la CIJ, Claudio Grossman.
Por ello, volvió a remarcar que no hay obligación de negociar con la Paz y, además, insistió en que no sería conveniente para las relaciones internacionales establecer que las conversaciones generan una obligación, porque de ser así, “nadie conversaría con nadie”.
El diferendo entre Bolivia y Chile surgió tras la guerra que mantuvieron entre 1879 y 1883, en la que Bolivia perdió 400 km lineales de litoral costero y 120.000 kilómetros de territorios.
Bolivia llevó a Chile ante la CIJ, en 2013, para negociar "de buena fe" una salida soberana al océano Pacífico, pero Chile argumenta que las fronteras entre los dos países quedaron delimitadas en el Tratado de 1904.
En relación a este pacto, ambas naciones firmaron un acuerdo de Libre Comercio, que actualmente, no se cumple por parte chilena, según denuncia la parte boliviana.
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