“Pido al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) y a todos sus organismos que asuman sus responsabilidades y pongan fin a las medidas unilaterales adoptadas por algunos estados contra la población de Catar y acabar con esta actuación racista”, recalcó Al Thani.
El jefe de la diplomacia catarí insistió en que los responsables de este bloqueo deben rendir cuentas y compensar a las víctimas, informó la cadena de televisión catarí Aljazeera.
En junio de 2017, Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Egipto rompieron sus relaciones diplomáticas con Catar, tras acusar a este país de “apoyar al terrorismo”, y le impusieron un férreo boicot económico.
Pido al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) y a todos sus organismos que asuman sus responsabilidades y pongan fin a las medidas unilaterales adoptadas por algunos estados contra la población de Catar y acabar con esta actuación racista”, recalcó el ministro de Exteriores de Catar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani.
A la medida se sumaron después las islas Maldivas, Mauritania, el Gobierno de Yemen, encabezado por el fugitivo presidente y firme aliado de Riad, Abdu Rabu Mansur Hadi. Jordania y Yibuti han reducido su representación diplomática en Doha.
Catar, que niega tajantemente cualquier apoyo al terrorismo, ha anunciado una y otra vez su disposición a solventar la disputa con sus vecinos árabes por medio del diálogo, pero la crisis sigue su curso pese a los esfuerzos de algunos mediadores.
Las autoridades cataríes han denunciado en múltiples ocasiones los esfuerzos de Arabia Saudí y de sus aliados para desestabilizar Catar. A principios de este mes, Jaled bin Mohamad al-Atiya, ministro catarí de Defensa, reveló que Riad y Abu Dabi, nada más comenzar la crisis diplomática con Doha, habían planeado perpetrar una invasión militar contra su país.
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