En Brasil, dos grupos juegan al ajedrez y a ninguno de sus protagonistas les quedan muchas fichas en el tablero. Todos piensan en la mejor estrategia para los movimientos finales, entre medio Brasil parece no tomar partido.
Lula precisa sumar un millón y medio de votos para ganar la segunda vuelta y Bolsonaro ocho millones y medio. Mediante el uso de la lógica, los especialistas expresan que Lula es el favorito pero hay problemas también.
Podemos decir que el futuro político de Brasil, en este momento es impredecible. Los números que hoy dan una victoria no diría tranquila, pero una victoria clara de Lula, puede ser que esos números no sean tan confiables, según Pablo Ortellado, analista político.
Al cierre de esta edición puede presagiarse el fin de la partida, aunque para el jaque mate aún resta la última movida.
Andrés Sal.lari, Sao Paulo.
mrg/mkh