Los enfrentamientos de la policía y de los manifestantes se produjeron cuando un gran número de los congregantes pretendían pasar el cordón policial que impedía el acceso al Congreso Nacional.
En la ciudad capitalina de Brasilia, durante la marcha antigubernamental en la que participaron más de dos mil personas, los indignados brasileños tenían como meta evitar la posible votación en el Congreso de un proyecto de ley que regula la tercerización en el marco laboral.
Conforme a las declaraciones de los medios locales, los enfrentamientos de la policía y de los manifestantes se produjeron cuando un gran número de los congregantes pretendían pasar el cordón policial que impedía el acceso al Congreso Nacional.
Semejantes manifestaciones se produjeron en otras ciudades del país sudamericano. En la región metropolitana de Sao Paulo centenares de personas salieron a las calles para mostrar su rechazo al más reciente proyecto de ley.

La iniciativa, según la Central Única de Trabajadores (CTU), sindicato que fue el principal organizador de este acto de protesta “en la práctica (...) quita a los trabajadores los derechos duramente conquistados y da a los patrones la seguridad jurídica para contratar de la manera que quieran".
Si el Congreso vota a favor de la propuesta del proyecto de ley presentado por el diputado del Congreso, Arthur Oliveira (Soliedaridade), debe ser aprobado en el Senado.
No se trata de la primera marcha antigubernamental organizada desde el inicio del año 2015. En el pasado mes de marzo más de un millón de personas se congregaron en diferentes ciudades brasileñas para exigir la renuncia de la presidenta del país sudamericano, Dilma Rousseff, por la alta tasa de corrupciones registradas en su gabinete.

Desde finales de marzo de 2014, cuando se destapó una trama millonaria de corrupción en la empresa petrolera estatal Petrobras, el Gobierno de Rousseff se ha visto afectado pues autoridades, algunas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), están involucradas en el desvíos de fondos y los sobornos en este caso.
De acuerdo con las pesquisas realizadas, la red de corrupción movió en la última década unos 10 mil millones de reales (unos 3850 millones de dólares) en sobrefacturación de obras y contratos.
El gigantesco escándalo de corrupción provocó grandes problemas a la empresa para absorber fondos en los mercados internacionales y causó que perdiera el 58 % del valor de mercado en los últimos cuatro meses, razón por la que la petrolera redujo al mínimo sus inversiones para los próximos años.
La presidenta de Brasil, en respuesta a las masivas manifestaciones en su contra, afirmó que su Gobierno está dispuesto a dialogar con todos.
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